
El Ferrari Enzo es un superdeportivo que fue lanzado al mercado en el año 2002. En sus tres años de producción tan sólo se fabricaron 400 unidades, de las cuales 17 han sufrido accidentes graves. Esto concede al Ferrari Enzo el dudoso honor de ser el coche con un mayor porcentaje de siniestralidad del mundo.
El desarrollo del biplaza, que debe su nombre al fundador de la marca (Enzo Ferrari), fue asesorado por Michael Schumacher, así como su puesta a punto. Posee un motor central trasero V12 que con sus 660 CV hace que el deportivo alcance una velocidad máxima de 350 km/h y acelere de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos. Un monstruo, vaya.

Nos encontramos ante un coche indudablemente bonito, reproducido en diversas escalas por varias marcas entre las cuales me decidí por la producida por Revell a escala 1/24 por la excelente relación calidad-precio y a pesar de algunas malas críticas que leí sobre la maqueta (junto a otras no tan malas, todo hay que decirlo).

Al abrir la caja la sensación es un tanto agridulce. Nos encontramos con un kit compuesto de 152 piezas de bastante buena calidad, como normalmente nos ofrece esta marca. El principal problema es algo endémico de esta marca y que afecta a unas cuantas de sus maquetas: el empaquetado. Revell parece utilizar el mismo formato y tamaño en sus cajas según las escalas que produce, imagino que para reducir costes, pero cuando nos encontramos con una maqueta con tantas piezas como esta en particular, nos encontramos las grapas literalmente “embutidas” dentro de la caja, con lo que es normal que algunas de las piezas más grandes estén reviradas al sacarlas de la caja, como ha sido el caso.

La solución es sencilla, pero requiere de un tiempo y una dosis de paciencia que no debería ser necesario emplear si la caja fuese un poco más espaciosa. Para enderezar piezas dobladas la mejor solución es aplicarles calor indirecto, bien con un secador (como fue mi caso) o mediante inmersión de las mismas en agua caliente para posteriormente enderezarlas manualmente y poco a poco para evitar posibles roturas.
También comprobando las instrucciones veremos que la inteligente ingeniería de la maqueta hace que piezas como el fondo plano del coche se vayan enderezando mediante la aplicación de refuerzos, soportes, amortiguaciones, etc. siempre bien aplicadas con pegamento y la ayuda de sargentos y con mucho montaje previo en seco para comprobar las uniones.

Por mi experiencia en modelos civiles de esta marca simplemente diré que nuestro mejor aliado va a ser el montaje en seco, comprobar una y otra vez las uniones antes de pegar nada de manera definitiva, y siempre estudiar bien las instrucciones porque en ocasiones nos encontraremos con algún que otro error en las mismas, sobre todo en la secuencia de pegado. No es la primera vez que me encuentro con piezas pegadas que una vez bien fijadas imposibilitan el pegado de otras piezas, con el engorro que ello siempre supone (despegar, comprobar y volver a pegar en una secuencia correcta). Hay que andar con pies de plomo.

Empezaremos la maqueta por el motor, bastante bien modelado y que una vez montado ofrece una visión bastante realista de lo que es este V12. Siempre imprimaremos todas las piezas, siendo recomendable que las piezas que vayan en colores metalizados sean imprimadas con color negro. Esto realzará más tarde los tonos metálicos. Usaré para todo el proceso pinturas Vallejo, principalmente de su línea Model Air. A las partes metálicas de los motores a mí me gusta darles lavados con color “humo” transparente, para darles más profundidad. Es una técnica muy sencilla y muy efectiva.

Un añadido que voy a hacerle a este coche es el cableado, principalmente del motor. Para ello usaré alambre de 0,3 y 0,5 mm de grosor en varios colores y tubo de vinilo apropiado para cada grosor en el caso de necesitar recubrirlo o para imitar los conectores de las bujías, por ejemplo. Otra técnica básica para coches de este tipo va a ser la imitación de la fibra de carbono, ya que si nos limitamos a pintar en negro todas las piezas de fibra de carbono como nos indican las instrucciones el resultado final es bastante pobre y monótono.

Para ello utilizaré dos técnicas: las calcas y el pintado, y las combinaré en toda la maqueta. Las calcas son calcas comerciales que podemos adquirir en tiendas especializadas, su aplicación es la ya conocida, incidiendo aquí en los líquidos específicos para calcas e incluso si alguna calca se nos resiste nos ayudaremos de un secador.

Para el pintado simplemente necesitamos una base negra, un tejido que nos aporte la textura deseada y a través del cual aerografiamos color “gun” de Vallejo Model Air aprovechando su trama. Una vez seco aplicamos una capa de color “humo” y barnizamos en brillante.

Poco a poco iremos viendo cómo va tomando forma nuestro coche favorito. Una vez más la paciencia es la clave. ¡Arrancamos!
Autor: Daniel Martinez