Desde época inmemorable los Fórmula 1 que participan al Gran Premio de Mónaco tienen algo especial. La diferencia generalmente reside en sus apéndices aerodinámicos. El circuito monegasco se caracteriza por ser un trazado ciudadano con virajes muy lentos, un fondo bacheado y una «casi» recta en la que se alcanza una velocidad considerable. A estos ingredientes hay que añadir la gran dificultad que conlleva adelantar. Todas estas peculiaridades requieren a veces soluciones atrevidas. Ningún constructor se ha resistido, a lo largo de las décadas, a presentar un coche modificado exclusivamente para la prueba.
El equipo de Colin Chapman, por ejemplo, alineó en 1968 un bonito Lotus 49B dotado de un capó terminado en alerón, una solución que mejoraba las líneas esbeltas del coche de Graham Hill.

En 1969, en pleno auge de los alerones realzados (prohibidos el mismo año), se pudieron ver auténticos despropósitos, como en esos peculiares BRM.

Ronnie Peterson se presentó con un March 701 muy original con el cual logró clasificarse 7.º en 1970.

En 1971 se vieron 2 diferentes interpretaciones sobre el alerón delantero, la de March (una vez más con Peterson) y Tyrrell, que con su curiosa versión logró la victoria por mano de Jacky Stewart.


En 1972 la mención a vehículo más raro se la llevó sin duda el Eifelland March pilotado por el alemán Rolf Stommelen. En este coche todo llamaba la atención, empezando por el retrovisor único central… ¡menudo estorbo!

En 1978 Jaques Laffitte pilotó un Ligier dotado de un enorme y aplanado alerón trasero.

Ferrari no se libró y en 1979 alineó un 312 T4 con un alerón trasero muy adelantado y pequeño.

En 1984 Ayrton Senna llevó su Toleman, dotado de don alerones traseros, hasta una impresionante segunda plaza.

Tras unos años de normalidad, en 1997 Mika Salo lució Tyrrell dotado de un curioso sistema de alerones

En 2001 el Arrows de Jos Verstappen fue dotado de una especie de minialerón delantero. No ganó pero fue uno de los coches más fotografiados del certamen…

En 2009 Robert Kubica pilotó un BMW Sauber cuyo alerón delantero levantó más de una polémica.

¿Qué nos reserva la edición de 2017?
Luca Parretti