Tras las dos primeras partes del artículo (parte 1 y parte 2) sobre el montaje de esta pequeña miniatura a escala 1:72 del vehículo todoterreno militar Staghound, nos ponemos con la tercera y última fase de su construcción. Nos queda empezar el proceso de pintura, aplicar calcas y acabar con un efecto de desgaste a la miniatura.

La pintura de un vehículo tan pequeño es un proceso complicado, más aún cuando hablamos de camuflajes con varios colores, así que hay que tenerlo bien planificado antes de empezar. Normalmente pinto los vehículos con aerógrafo y éste no iba a ser menos. Antes de pintar es importante dejar las piezas pequeñas aparte, todo aquello que sea frágil, pueda romperse o no queramos pintar con el conjunto. Estas piezas las pintaremos aparte.

Con el Staghound he utilizado una técnica que consiste en pintar primero el color que queramos pero muy oscurecido para luego ir sacando luces por paneles. De este modo conseguimos sombras y luces. No hay que exagerar el efecto para que no parezca una amalgama de colores sin sentido. Una vez satisfechos enmascaramos para aplicar el segundo color. He usado blu-tack para enmascarar y conseguir así un borde ligeramente difuminado. Para el segundo color he utilizado la misma técnica de luces y sombras. Ya tenemos el color base dado. Ahora viene lo divertido, el darle realismo.

Una vez aplicado el color base es hora de aplicar las calcas. En este caso son pocas pero siempre hay que tener cuidado con el efecto llamado “silvering”. Básicamente consiste en una mala aplicación de las calcas permitiendo ver el papel soporte de las mismas y dando un efecto de pegatina muy irreal. Para evitarlo las calcas se aplican siempre sobre una superficie brillante y con ayuda de líquidos especiales para calcas, en mi caso de la casa Micro.

Una vez aplicadas barnizamos todo en brillante para proteger las calcas y el vehículo en general del proceso siguiente: el panelado con óleos. Básicamente es una técnica que consiste en aplicar óleo oscuro (negro o marrón) muy disuelto en todas las líneas de panel y recovecos de la maqueta. Antes de que seque retiramos el exceso con un bastoncillo para los oídos y el efecto final nos da volumen en todas las esquinas y paneles.

Después barnizamos en mate y hacemos pequeños desconchones a pincel y con trocitos de esponja con color marrón muy oscuro por toda la maqueta pero sin pasarnos en cuanto a cantidad ni tamaño. Unos pocos óleos anaranjados nos ayudan a conseguir interesantes efectos de óxido. Finalmente imitamos el barro de los bajos mediante pigmentos marrones, fijándolos con barniz mate de la marca Vallejo muy diluido con el disolvente específico de la misma marca.

Los pasos a seguir siempre son algo muy personal, lo mejor es experimentar hasta conseguir una técnica que nos funcione. Hay quien no barniza, hay quien no imprima, todo vale siempre y cuando nos divirtamos y el resultado final sea de nuestro agrado. Un último consejo: yo siempre aplico la norma de “menos es más”, especialmente en los últimos pasos de ensuciado. Es muy fácil fastidiar toda la maqueta porque la hemos llenado de desconchones o la hemos empolvado hasta arriba con los pigmentos. Cuidado con el ensuciado, de su justa medida depende el estropear una maqueta que hasta ese momento iba sobre ruedas.

Con estos pasos finales la miniatura del Staghound queda acabada. Un proyecto un poco difícil por las pequeñas dimensiones de la réplica, pero muy satisfactorio una vez finalizado. Ahora ya luce junto a sus otros compañeros en la vitrina. Espero que os haya gustado el proceso de construcción y haber podido mostrar mi forma de trabajar con estos modelos.
Autor: Daniel Martinez